
Estimados lectores:
El taller realizado la última semana de clases me pareció algo raro, puesto que en lo que llevo de carrera nunca había realizado alguna de las actividades hechas aquel día, pero más que raro me pareció muy provechoso, interesante, significativo. Creo que lo realizado en este taller es lo que más se ha acercado a lo que “es” el nombre de esta asignatura, porque qué mejor que realizar ejercicios nosotros mismos, lo que nos ayuda de cierta forma a “ponernos en los pantalones de los estudiantes”.
Además, reconocer los conceptos y procedimientos matemáticos que se ponen en juego en las soluciones me pareció demasiado interesante, o sea, yo como docente debo saber que conceptos y procedimientos deben manejar los alumnos, y ese manejo es MI responsabilidad como docente; a modo de anécdota o ejemplo de esto es: ¿con cuántos profesores no hemos tenido este problema?, con análisis por ejemplo, en donde el profesor “x”, nos estaba pasando integrales, y en un test nos preguntó una derivada (muy complicada por lo cierto), la cual no se podía realizar si no fuese con un libro. Entonces, es importante saber que preguntar, y aplicar problemas a lo que hemos visto en conjunto, en otras palabras, no tratar de “pillar” al alumno y ser consecuente con nosotros mismos.
También es importante que nuestras evaluaciones tengan ejercicios y problemáticas de las distintas categorías, (fácil, difícil, intermedio), porque no es justo que un alumno que dedicó más tiempo ha su estudio tenga la misma nota que otro que lo no lo hizo, producto de una evaluación sencilla, y tampoco que un estudiante se esfuerce mucho por estudiar y que al realizarse una evaluación complicada, obtenga una mala nota, he ahí la importancia de la equidad de las distintas categorías dentro de la propia evaluación.
En el taller tuvimos la oportunidad de cambiar el enunciado de los problemas, y aunque es algo que ya habíamos realizado, es relevante que lo sigamos realizando, puesto que es una manera de ir mejorando todo a lo que se refiere la claridad de lo que se está preguntando, porque a mí como alumno me ha sucedido y me sucedió muchas veces, que entendía mal la pregunta, o más bien, lo tomaba de otra manera, y como consecuencia, el ejercicio estaba mal hecho. Es por ello la importancia de la claridad de los enunciados en una evaluación.
Por ultimo realizamos una búsqueda de problemas no incluidos en el taller, lo que nos ayuda a tener en cuenta lo trascendental que es abarcar toda la materia pasada, es decir, si en una evaluación no se incluye una parte de los contenidos, esto queda en el aire, y no se produce un aprendizaje por parte de los alumnos, porque seamos objetivos, si a mí no preguntan una parte de la materia, más adelante se me olvida dicho contenido, lo que traerá consecuencias en mis estudios posteriores.
¿Fue provechoso lo realizado? Yo creo que sí, debido a que se acerca mucho a lo que vamos a hacer como futuros docentes, y es importante que lo hagamos de buena manera, y esta es una de esas instancias que debemos aprovechar, porque este fue práctico, y como ya sabemos casi todos los ramos pedagógicos que hemos tenido son solo teóricos, lo que no contribuye en un 100 porciento a la formación docente de cada uno de nosotros, por lo menos es así comparándolo con la práctica.
Ahora bien, si esto se realiza en todas las pedagogías, me pregunto ¿Por qué la mayoría de los docentes cometen tantos errores?, como la poca claridad en los enunciados, no incluyen todos los grados de dificultad, entre otros. ¿Acaso el sistema con el que se formaron en su enseñanza básica y media los termina por absorber? O ¿Es la poca disposición de los propios estudiantes la que lleva a cometer errores?, es complicado el tema, sobre todo esta última interrogante, en la cual se necesita mucha paciencia, disposición y ánimo para hacer las cosas de buena forma; esto resulta temeroso por mi parte como futuro docente, porque tengo las ganas de hacer algo distinto como docente y tratar de no caer en el sistema tradicionalista, pero se ve que no es una tarea simple. Pero ya estamos en esto, y por mi parte me encanta lo que hago, así que no me queda más que centrarme en tratar de realizar las cosas de buena forma por muy complicado que se vea todo esto.
El taller realizado la última semana de clases me pareció algo raro, puesto que en lo que llevo de carrera nunca había realizado alguna de las actividades hechas aquel día, pero más que raro me pareció muy provechoso, interesante, significativo. Creo que lo realizado en este taller es lo que más se ha acercado a lo que “es” el nombre de esta asignatura, porque qué mejor que realizar ejercicios nosotros mismos, lo que nos ayuda de cierta forma a “ponernos en los pantalones de los estudiantes”.
Además, reconocer los conceptos y procedimientos matemáticos que se ponen en juego en las soluciones me pareció demasiado interesante, o sea, yo como docente debo saber que conceptos y procedimientos deben manejar los alumnos, y ese manejo es MI responsabilidad como docente; a modo de anécdota o ejemplo de esto es: ¿con cuántos profesores no hemos tenido este problema?, con análisis por ejemplo, en donde el profesor “x”, nos estaba pasando integrales, y en un test nos preguntó una derivada (muy complicada por lo cierto), la cual no se podía realizar si no fuese con un libro. Entonces, es importante saber que preguntar, y aplicar problemas a lo que hemos visto en conjunto, en otras palabras, no tratar de “pillar” al alumno y ser consecuente con nosotros mismos.
También es importante que nuestras evaluaciones tengan ejercicios y problemáticas de las distintas categorías, (fácil, difícil, intermedio), porque no es justo que un alumno que dedicó más tiempo ha su estudio tenga la misma nota que otro que lo no lo hizo, producto de una evaluación sencilla, y tampoco que un estudiante se esfuerce mucho por estudiar y que al realizarse una evaluación complicada, obtenga una mala nota, he ahí la importancia de la equidad de las distintas categorías dentro de la propia evaluación.
En el taller tuvimos la oportunidad de cambiar el enunciado de los problemas, y aunque es algo que ya habíamos realizado, es relevante que lo sigamos realizando, puesto que es una manera de ir mejorando todo a lo que se refiere la claridad de lo que se está preguntando, porque a mí como alumno me ha sucedido y me sucedió muchas veces, que entendía mal la pregunta, o más bien, lo tomaba de otra manera, y como consecuencia, el ejercicio estaba mal hecho. Es por ello la importancia de la claridad de los enunciados en una evaluación.
Por ultimo realizamos una búsqueda de problemas no incluidos en el taller, lo que nos ayuda a tener en cuenta lo trascendental que es abarcar toda la materia pasada, es decir, si en una evaluación no se incluye una parte de los contenidos, esto queda en el aire, y no se produce un aprendizaje por parte de los alumnos, porque seamos objetivos, si a mí no preguntan una parte de la materia, más adelante se me olvida dicho contenido, lo que traerá consecuencias en mis estudios posteriores.
¿Fue provechoso lo realizado? Yo creo que sí, debido a que se acerca mucho a lo que vamos a hacer como futuros docentes, y es importante que lo hagamos de buena manera, y esta es una de esas instancias que debemos aprovechar, porque este fue práctico, y como ya sabemos casi todos los ramos pedagógicos que hemos tenido son solo teóricos, lo que no contribuye en un 100 porciento a la formación docente de cada uno de nosotros, por lo menos es así comparándolo con la práctica.
Ahora bien, si esto se realiza en todas las pedagogías, me pregunto ¿Por qué la mayoría de los docentes cometen tantos errores?, como la poca claridad en los enunciados, no incluyen todos los grados de dificultad, entre otros. ¿Acaso el sistema con el que se formaron en su enseñanza básica y media los termina por absorber? O ¿Es la poca disposición de los propios estudiantes la que lleva a cometer errores?, es complicado el tema, sobre todo esta última interrogante, en la cual se necesita mucha paciencia, disposición y ánimo para hacer las cosas de buena forma; esto resulta temeroso por mi parte como futuro docente, porque tengo las ganas de hacer algo distinto como docente y tratar de no caer en el sistema tradicionalista, pero se ve que no es una tarea simple. Pero ya estamos en esto, y por mi parte me encanta lo que hago, así que no me queda más que centrarme en tratar de realizar las cosas de buena forma por muy complicado que se vea todo esto.